Las acuarelas de Danielle Camus recorren el país revelando sus luces y colores, mostrándonos ”La levedad de la materia” que se oculta en todos sus rincones, haciendo patente ante nuestros ojos una sutileza insospechada de la piedra, en el bosque, en las construcciones humanas, que se desdibujan y diluyen para paradójicamente hacerse presentes. En sus obras la geografía se reduce y se condensa; en sus pequeñas dimensiones se concentran todos los paisajes. Y cuando varios de ellos confluyen en una sola obra, se acentúa esta característica; en la yuxtaposición varias atmósferas se funden convirtiéndose en una sola.
Es difícil albergar dudas ante este conjunto de obras que tiene su basamento en una acuarela que da batalla, en un lenguaje plástico que lucha y finalmente logra un sutil retrato de la naturaleza, pleno de energía.
Recorrerlo es también una forma de adentrarnos en la espiritualidad que cada obra de Camus -sobrevuela lo desconocido.
Natalia Cortesi 2006
